La hormiguita y el consultor administrativo

Hace mucho tiempo, en un país muy lejano (pero con problemas administrativos como todos) se dio un encuentro para más peculiar, y las historias lo cuentan más o menos así.

Había una vez una hormiguita marrón que jalaba y jalaba una nuez sin lograr moverla, en eso se apareció un consultor administrativo y le dijo
- Hormiguita hormiguita ¿Qué estas haciendo?
- Estoy tratando de mover esta nuez para llevarla a mi hormiguero y todos puedan disfrutar de ella. – le dijo la hormiguita aún intentando de jalar la nuez, el consultor administrativo se quedó mirándola y con gesto de eureka le dijo.
- ¿pero porque no contratas a una agencia de transporte? De esa manera tercerizas tú logística centrando la toma de decisiones en los objetivos principales y disminuyes costos operativos. – la hormiguita lo quedó mirando con el interés que demostraba hacia una piedra a un costado del camino
- Yo solo quiero llevar esta nuez, si mis compañeras estuvieran aquí podría llevarla sin problemas, pero me he alejado mucho de mi hormiguero y ellas ya no pueden percibir mi rastro. – a lo que el consultor administrativo se quedo pensando
- … vaya problema, esto si es corregir problemas a la marcha entonces… mmmm – la hormiguita seguía luchando por arrastrar la nuez y entonces nuevamente el consultor administrativo dijo que tenía la solución al problema - en ese caso deberían usar un sistema de comunicación empresarial para lo que habría que reestructurar los procedimientos de exploración y envío de fuerza laboral a las áreas criticas de la producción – dijo el consultor administrativo con un gesto de que eso era lo más elemental.

En eso y mientras el consultor financiero caminaba de costado rodeando a la hormiguita mientras levantaba los brazos y la vista durante su explicación, no pudo ver una piedra en su camino que lo hizo tropezar y PLAF quedó estampado en el piso

- ¿estas bien? – le preguntó la hormiguita marrón que aunque estaba aburrida de este sujeto no podía dejar de ser cortes
- Estoy bien, estoy bien, solo me he raspado un poco – dijo mientras arreglaba su traje y ponía en su sitio su corbata, en lo que la hormiguita marrón pudo ver un poco de sangre que manaba de los brazos del consultor administrativo, y entonces, con la misma expresión que ponía cada vez que veía la nuez, le dijo al consultor administrativo.
- Oh mi buen señor, debido a los grandes conocimientos que me has demostrado ¿sería usted tan amable de venir conmigo a mi hormiguero para que pueda darle sus consejos a mi reina? – a lo que el consultor se sintió muy halagado y alisándose nuevamente el traje dijo con voz emprendedora
- Pues que bien, de esa manera ya no pasarán problemas como estos, vayamos sin perdida de tiempo entonces a ver a la reina.

Y así la hormiguita marrón y el consultor administrativo dejaron la nuez y se dirigieron resueltamente hacia el hormiguero. Cuando llegaron el consultor se quedo mirando las altas paredes que este tenía (porque en esos tiempos los hormigueros eran gigantescos como catedrales) por las que se movian millones de millones de hormigas, entonces la hormiguita marrón se le acerco nuevamente y le dijo.

- Noble señor, la reina en estos momentos ha salido a una reunión en un hormiguero vecino y regresará mañana ¿podría quedaros en nuestro hormiguero hasta que ella regrese? Será ubicado en una amplia sala del hormiguero donde nadie lo molestará – en eso un grupo de hormigas se acerco cargando frutas ofreciéndoselas al consultor administrativo.
- No sé, no estoy seguro – dijo este mordiendo una manzana
- ... si usted aceptara quedarse y hablara con la reina estoy segura que ella estará encantada con su conocimientos y sugerencias, y quien sabe, quizás lo nombre administrador del hormiguero. – ante esa posibilidad los ojos del consultor administrativo brillaron y dijo
- Me has convencido, me quedaré aquí y hablaré con la reina mañana.

Entonces, a la noche y mientras al consultor administrativo dormía, todas las hormigas del hormiguero se pusieron sigilosamente sobre él, y a la orden de la hormiguita marrón que también estaba ahí todas lo atacaron, el consultor administrativo se retorció y trato de liberarse de las hormigas pero eran tantas que lograron tirarlo al piso y este se desmayó. Mientras las hormigas terminaban con él, la hormiguita marrón penso que un Consultor Administrativo es mucho más alimenticio que una simple nuez y que además es muy fácil de transportar.